Como hacer una huerta orgánica en casa y no morir en el intento
Parte del secreto para poder llevar una vida sustentable y ecológica, pasa por la autogestión y autosuficiencia en varios aspectos, uno de ellos muy importante es la alimentación. Es por eso que Vivero Los Azahares quiere compartir este articulo con ustedes donde les enseñaremos a hacer su propia huerta sin químicos. Pero como todo las cosas se ha de empezar por alguna parte, así que empezamos por el huerto, no hace falta gran espacio, puede ser en una terraza un pedazo muy pequeño de tierra, en esta primera parte plantearemos una situación ideal donde contamos con un terreno la próxima entrega sera sobre el huerto urbano.
Los lomos
Basta contar con unos pocos lomos para lograr buenos resultados, unos cinco serán suficientes pues el secreto no sólo está en el tamaño de la huerta sino también en su cuidado y sistema. En ese sentido, hay tres aspectos fundamentales a tener en cuenta: La rotación, el uso de abonos orgánicos y la asociación de plantas.
La tierra
Pero antes de comenzar con el cuidado de la tierra hay que tener en cuenta la preparación del terreno. Bastará con que el dueño de casa limpie el terreno quitando las malezas, piedras y vidrios para luego establecer los bancales, que deben tener un margen de entre 30 y 40 cm. entre uno y otro para así poder caminar entre ellos.
Expertos en la materia aconsejan no mover la tierra una y otra vez sino simplemente integrar los terrones de tierra con el suelo natural, para luego emparejar la zona con un rastrillo.
El abono
Entonces sí, ya estaremos en condiciones de sembrar aunque para dar ese paso hay que considerar algunos aspectos que sin dudas incidirán en los buenos resultados de la siembra. Uno de ellos remite al uso de abonos orgánicos para enriquecer la tierra. Un buen abono orgánico puede ser creado por ti mismo con restos orgánicos como pueden ser cáscaras de huevo, restos de patatas, estiércol, cenizas, restos de frutas, etc. Tan sólo debes echarlos en la tierra en forma pareja y luego regar la zona para lograr una buena humedad o simplemente tomar los desperdicios, echarles agua y cubrirlos con un plástico para que fermente y, entonces sí, echarlos en la huerta. Otra manera es hacer compost con restos vegetales para abonar la tierra.
La siembra
Así es como, con estos requisitos básicos, entraremos de lleno en la etapa de la siembra, que si bien es un proceso sencillo tiene sus secretos. Lo primero es pensar en lo que se quiere cultivar pues las opciones son de lo más variadas. Pueden ser habas, cebollas, coliflor, remolacha o acelga hasta lechuga o puerro. Siempre hay que conseguir el calendario de siembra local para saber cuando sembrar que mas adelante aclararemos a grandes rasgos como se prepara la huerta según la estación del año y la utilización de invernaderos. Las opciones son infinitas.
Consejos
Un gran consejo de los expertos destaca la asociación de cultivos, es decir el sembrar juntas aquéllas plantas que de alguna manera se benefician entre sí. Puede ser porque se complementan con sus nutrientes o porque algunas de ellas repelen insectos. ¿Algunos ejemplos? La remolacha y la zanahoria, la albahaca y el tomate, también la lechuga, la espinaca y la escarola.
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